Un equipo de estudiosos por primera vez llegaba en la década del noventa, si bien esas pictografias eran milenarias, pocos se habían interesado en mencionarlas o estudiarlas en sus libros, con nuestra llegada a dichos pueblos (Pión-Chimbán) y su difusión en un informe especial en Facetas No. 39 abril 1990 permitió lleguen otros estudiosos entre ellos Oscar Vilchez Llatas, el arqueólogo Julio Abanto y el renombrado científico Enrique Bautista Quijano, quien ha publicado un excelente trabajo preliminar el año 2005 referido a las pictografias de Pión y Faical.
Por lo escabroso del camino y la falta de recursos económicos, nos limitó llegar a los asentamientos del Caucho (Socotilla), Shakapa, la Soledad, Poclón.
Se encuentran en el margen derecho del río Silaco, antes de lIegar al Centro Poblado Santa Rosa, se baja una ladera de 500 metros y se inicia el recorrido por farallones al filo de los huertos, donde existen diversos paneles de arte rupestre, que según nuestro apreciar pertenece a épocas del periodo agrícola y de horizontes intermedio y tardío; Enrique Bautista ha logrado ubicar pictografías coloniales con escenas religiosas de la Crucificción (Las pinturas rupestres del Alto Río Marañón Distritos de San Ignacio y de Pión, departamento de Cajamarca-Perú-Bogotá 2004-Por Enrique Alejandro Bautista Quijano y Oscar Vilchez Llatas). El recorrido deilArte Rupestre de Potrerillo, lo hemos dividido en seis secciones:
Sección I. Se encuentra en la parte más alta del desfiladero, donde se halla representado un hermoso rebaño de auquénidos con sus pastores protegiéndolos de los depredadores que merodean, asimismo se aprecia un pequeño auquénido mamando una gran lIama (¿paleo lIama?), las pictografías son ocres y de alta calidad plástica. Se aprecia en el centro del panel una figura esferoide con sus rayos que podría representar al Sol. Parte del hermoso mural pictográfico se está borrando por la acción corrosiva del tiempo.
Sección Il.Se aprecia un camino de auquénidos que van y vienen, al centro parece controlar un pastor con grandes atuendos. Se observa que unos auquénidos van por el oriente y otro grupo camina por el occidente, esto nos indicaría que es un cruce de caminos. Las pictografías son de color ocre.
Sector III. A unos 40 metros del suelo, en media de un farallón, existe un sarcófago de piedra rústica y barro, de forma semicircular, parecido a un pequeño corral; hace compañía permanente un hombre pintado de color ocre con los brazos y piernas abiertas contemplando el valle a la eternidad. Allado derecho se halla pintado un ser antropomorfo con la máscara de un zorro, posiblemente sea el retrato del chamán fallecido que ha sido sepultado en el mirador más alto del valle tipo los Chachapoyas con sus sarcófagos en Carajîa.
Sector IV.Aquí al igual que en Yararagüe (ver Facetas No. 38), nos volvemos a encontrar con los líderes de las tribus o c1anes que habitaron estos lugares, aparecen cuatro personajes: el primero que se encuentra al lado derecho es muy parecido al personaje que protege el sarcófago; está girando a la izquierda , su rostro es simbólico, como rindiendo pleitesía a un gran jefe, un impactante personaje con finísima corona que parece representar a un grácil conejo; los terminados de la corona son tan finos que se puede percibir el dominio extraordinario de pinceles. El personaje como pocas veces se aprecia en el arte rupestre, muestra su rostro en forma muy serena, en una mano lIeva el arma muy filuda y el otro brazo levantado, tiene las piernas abiertas como el personaje que cuida el sarcófago; el color es ocre, mide 37 centímetros de alto; lo sigue otro personaje de menor talla, con atuendos de menor lustre y porta un bastén o cayado tipo champi, lo característico son sus grandes orejas que parecen impostaciones. A su lado existe otro personaje a quien no se le aprecia el rostro, sólo la dinámica de sus brazos; porta un instrumento tipo hacha, en la cabeza parece tener dos micro antenas tipo cuernecillos, rodeado de una serie de auquénidos.
Sector V.Conforme bajamos por el desfiladero hallamos rocas semicubiertas por maleza, cuando lo descampamos se puede observar una impresionante "danza de la serpiente", donde tres personajes antropomorfos danzan frente a una gran serpiente afianzada sobre su cola que también danza y lIeva el vientre muy abultado; posiblemente deglutió un danzante en el acto ritual, la serpiente parece una gran cobra que mira de frente. Entre los danzantes aparece la silueta de un hombre, un renacuajo con un lazo cogido por los dos extremos y un ser antropoide con máscara de zorro.
Sector VI.Consta de una serie de figuras abstractas y otras neorrealistas, entre ellas una serpiente enroscada, un individuo de perfil, figuras tipo grecas arrojadas al espacio, un rectángulo, un posible fruto y un zorrillo.
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y felicito al estudioso Ulises Gamonal